jueves, 2 de agosto de 2012

La música barroca

En el ámbito musical, el barroco constituyó un período de enriquecimiento y renovación de las pautas musicales, que sentaría las bases a partir de las cuales se desarrollaron corrientes posteriores. Surgieron formas modernas gracias a la diversificación y perfeccionamiento de los instrumentos y la multiplicación de los géneros musicales. Se crearon algunos recursos técnicos que favorecieron la génesis de tres de las composiciones básicas de la música de la época: la ópera, la cantata y el oratorio. Entre tales elementos innovadores se hallaban la monodia, canto de una sola voz con acompañamiento de instrumentos, el bajo continuo, ritmo de fondo mantenido e interpretado generalmente al clavicémbalo, y el recitativo, declamación musical de los textos. De esta forma, aparecieron diversas formas instrumentales (la sonata, la suite, y el concertó grosso, las sinfonías, conciertos, entre otros) que eran géneros que se basaban en la valoración de los instrumentos de cuerda y el virtuosismo de los intérpretes. También, la música profana adquirió un gran impulso al igual que la ópera.

En el curso de esta época, se produjo una transición del arte musical hacia la popularización: la polifonía eclesiástica dio paso a la ópera cortesana y los salones principescos comenzaron a ceder su lugar a las salas de conciertos.

Los compositores que sobresalieron fueron italianos Antonio Vivaldi (1678-1741) y Claudio Monteverdi (1567-1643), y hacia el final del periodo barroco, el alemán Johann Sebastian Bach (1735-1782).

Antonio Vivaldi                                                         Claudio Monteverdi

                          

Johann Sebastian Basch

 









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